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Para muchos, el Nordeste de Brasil es el mejor destino del mundo para la práctica del kitesurf por muchas razones.
Lo primero sería hablar de las condiciones privilegiadas que hay en sus más de 700 km de costa, formada casi en su integralidad por bancos de arena.
Los spots de kite son principalmente pueblos de pescadores que han ido desarrollándose poco a poco gracias al kitesurf. Los conocemos todos, más de 30. Entre spot y spot, playas y playas desiertas con condiciones excepcionales donde se puede hacer kite todos los días si se quiere. Algo inimaginable pero real.
Además de largas playas desiertas, la naturaleza propone otros sitios únicos donde hacer kite. En Ilha do Guajiru, una lengua de arena protege una laguna de aguas tranquilas que se mueve al ritmo de las mareas. Mansos ríos como el de Guriú permiten disfrutar de aguas serenas con manglares, una belleza donde hacer kite es un privilegio.
Si lo que se prefiere es el agua dulce eso está hecho. Hay lagunas en varias zonas de la costa en las que podrás disfrutar de aguas completamente flat con vientos perfectos, pero el lugar más increíble en el que querrás hacer kite es en Atins y en sus Lençois Maranhenses: un campo de dunas lleno de lagos de agua de lluvia a pérdida de vista, un sitio único en el mundo.
